Los percebes gallegos son el marisco que mejor representa de la cocina tradicional gallega convertirse en el icono del marisco gallego.. El intenso sabor a mar de este crustáceo hace que sea un bocado único.
Los percebes crecen adheridos a las rocas batidas por el oleaje, donde se alimentan filtrando el oxígeno y los nutrientes disueltos en el agua de mar. La Costa da Morte y su fuerte mar de aguas frías conforman el hábitat perfecto para este crustáceo. La baja temperatura del agua favorece que la cantidad de oxigeno y nutrientes en agua sea alta. Las condiciones de nuestras costas hacen que el percebe gallego adquiera unas cualidades únicas que lo diferencian respecto a percebes de otras procedencias.
Para obtener este manjar son necesarias que se den una serie de condiciones climáticas y de marea óptimas. Solo cuando se dan estas condiciones los percebeiros pueden acceder a las rocas que en muchas ocasiones se encuentran sumergidas. Es en estas rocas de difícil acceso donde los percebeiros se juegan la vida para arrancar de la dura roca los los mejores percebes.